el último mono se ahoga
uno viaja
para buscarse
busca el sitio
el punto indicado
donde uno
sabrá reconocerse
uno anda
sin saber quién es
para qué está
o fue creado
deambula
como un insecto
que se sabe mortal
entre acacias y lodo
entre estiércol y pluma de ganso
se despierta un día
y tiene al lado
un cuerpo apuñalado
y no sabe si el cuerpo
es propio
si es alquilado
uno confía en sus instintos
y sus instintos lo llevan
al sitio equivocado
uno atraviesa
el monte entrerriano
montada a un zaino
y con los ojos vendados
uno vuelve finalmente
al sitio originario
el que las moscas frecuentan
cebadas
por el calor y las bocinas
atraviesa telarañas
para poder ver
que hoy el lago estará verde
verde lechoso
el lecho removido
las olas
robándonos la costa
mañana puede que esté verde
o más claro
más limpio
uno se cansa
se agacha
y allí está la suerte
grabada en una pulsera
en una feria hippie
uno la compra, feliz
de haber llegado a la respuesta
y entonces,
espera
a que la frase se haga carne
pero la hora llega
y nada ocurre
a lo lejos
un pez cuelga
en un puesto marino
todos piensan
que estamos locos
o que la suerte
está de nuestro lado
una sequoia
muere irremediablemente
si sólo hubiéramos
contado las letras esa noche
si sólo nuestras palmas
fueran la respuesta